Una marca es todo signo perceptible por los sentidos y susceptible de representarse de manera que permita determinar el objeto claro y preciso de la protección, que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado.
Pueden constituir una marca los siguientes signos:
I.
Nombres y figuras visibles que sean suficientemente distintivos y capaces de identificar los productos o servicios a los cuales son aplicados o se proponen aplicar comparados con otros del mismo tipo o categoría.
iI.
Formas tridimensionales.
III.
Nombres comerciales y denominaciones o razones sociales siempre y cuando no incluyan el nombre propio de una persona física.
IV.
El nombre propio de una persona física, siempre que no se confunda con una marca registrada o un nombre comercial publicado.